El diseño de este inmueble tenía como condicionante que además de la vivienda de los propietarios, albergará los equipos de labranza de la finca agraria contigua.
Se ha aprovechado la extensión del terreno para construir un pequeño pueblo de casitas donde la principal es la vivienda. Esta está distribuida con un espacio totalmente diáfano para la zona de día que sirve de transición a las estancias privadas. Además, todo el perímetro de la zona de día está rodeado de un porche, que permite que el interior y el exterior de la vivienda formen un único espacio cuando así se desee.